El Mercado Común del Sur, más conocido como Mercosur, es el equivalente sudamericano al tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este proceso de integración fue fundado por los países de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en 1991 y con el surgimiento del Mercosur se está produciendo un desarrollo que está reforzando los vínculos de estos cuatro países, tanto en el terreno económico como político, para consolidar y fortalecer las instituciones democráticas en Sudamérica.
A partir de 2012/2013 Venezuela fue miembro del Mercosur, sin embargo, fue excluido otra vez en 2016, debido al hecho de que el país no había aceptado numerosas regulaciones de la alianza sobre el libre comercio y derechos humanos. La adhesión de Bolivia todavía necesita ser ratificado. En 1995, la Unión Europea y el Mercosur firmaron un acuerdo marco interregional de cooperación comercial y económica que reforzó los lazos de amistad entre las dos regiones y también representó un escalón previo a las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio. En principio, Mercosur exporta principalmente productos agrícolas y materias primas, mientras la Unión Europea proporciona sobre todo máquinas (bienes de equipo) y productos químicos a Sudamérica. Ambas partes esperan muchas ventajas y grandes beneficios de un acuerdo de libre comercio. Por lo tanto, las negociaciones sobre un tratado de libre comercio incluyen mucho más que productos agrícolas. La reducción planeada de barreras comerciales se extiende a los bienes industriales y otras mercancías, así como servicios. También se trata de facilitar las inversiones, la armonización de normas medioambientales y sociales, así como un tratamiento igualitario de empresas de la Unión Europea o del Mercosur en las contrataciones públicas. Hoy en día la Unión Europea ya es el mercado de ventas más importante al nivel mundial para los países del Mercosur. En el año 2015 Mercosur exporta a la Unión Europea mercancías con un volumen de unos 42 miles de millones de euros. De forma más amplia fueron las exportaciones de la Unión Europea a las regiones de Mercosur con un volumen de 46,3 miles de millones de euros. Ambas partes deben pagar impuestos aduaneros de importación sobre una gran parte de sus exportaciones. Si se llevara a cabo un acuerdo de libre comercio, dicha situación se cambiaría. Mercosur ha ofrecido liberar el 93 por ciento de la gama de productos. Excluyéndolos de impuestos aduaneros. Esto llevaría un aumento de competitividad en relación a los costes de entrada de productos europeos en Mercosur.
¿Cómo han sido las anteriores negociaciones?
– En el 2000, la Unión Europea y Mercosur iniciaron negociaciones sobre un acuerdo de asociación basada en tres pilares: diálogo político, cooperación y comercio. En otoño de 2004, se suspendieron las negociaciones, especialmente debido a diferencias en relación con el comercio. Un tema de gran controversia fue el acceso de los productos agrícolas de los países del Mercosur al mercado europeo. Sin embargo, se reanudaron las negociaciones en mayo de 2010. Al margen de la Cumbre entre la Unión Europea y América Latina en junio de 2015, la Unión Europea y Mercosur acordaron intercambiar ofertas de acceso al mercado para productos, servicios inversiones (sucursales) y contrataciones públicas si se cumplían los requisitos para un intercambio exitoso. El 11 de mayo de 2016, se realizaron finalmente el intercambio de las ofertas de acceso al mercado. Tuvo lugar una consulta pública de la Comisión Europea sobre los aspectos comerciales del acuerdo de asociación de junio a octubre de 2016. Del 10 al 14 de octubre de 2016 se celebró la primera ronda de negociaciones desde 2012. Otra ronda de negociaciones tuvo lugar en marzo de 2017.
¿Cuáles serían los efectos de un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur?
– Uno de los obstáculos más grandes en las negociaciones fue la agricultura desde el principio. Los fuertes productores agrícolas del Mercosur están penetrando el mercado europeo y se sienten afectados por las elevadas subvenciones para los agricultores europeos, mientras que aquellos (los agricultores europeos) ven el aumento de las importaciones de productos agrícolas de Suramérica como una amenaza existencial. A pesar de estos obstáculos, Mercosur es un beneficio en estabilidad y eficiencia. Especialmente empresas medianas y pequeñas se podrían beneficiar de un acuerdo de libro comercio, ya que el comercio va acompañado de elevados impuestos de aduaneros y burocracia que afectan considerablemente las empresas más pequeñas. Sobre todo, si los países diferentes del Mercosur tienen adicionalmente otras reglas del juego y se deben adaptar a estas normas.
Ventajas potenciales para la Unión Europea pueden ser:
Mayor facilidad de acceso privilegiado a un gran y atractivo mercado – En los últimos años, Mercosur era uno de los mercados de exportación más importantes de la Unión Europea. Solo Brasil está entre los diez socios comerciales más importantes y el decimocuarto mercado de exportación más grande de la Unión Europa.
Ventaja competitiva sustancial en el mercado Mercosur – La Unión Europea es el único socio comercial con quien Mercosur está negociando un acuerdo de libre trato, es decir que las empresas de la Unión Europea podrían obtener un acceso privilegiado al Mercado en comparación con sus competidores de otros países fuera de América Latina.
Ahorro en los impuestos aduaneros – Como se ha indicado anteriormente, el 85% de las exportaciones de la Unión Europea Mercosur están sujeto a impuestos en aduanas.
Más oportunidades para los sectores competitivos de la Unión Europea – A través de la reducción y supresión de las barreras arancelarias y no arancelarias, el mercado Mercosur podría convertirse en uno de los mejores mercados para productos lácteos, vinos, licores, alimentos transformados, chocolate, todo tipo de productos de cerdo y frutas en conserva, etc.
Acceso a importantes materias primas a precios favorables – Los países del Mercosur son proveedores de materias primas sustanciales para la industria europea. Por ejemplo, 60% de las importaciones agrícolas del Mercosur son materias primas para la industria alimentaria y la ganadería.
Mejor acceso a un prometedor mercado de servicios – A través de la eliminación de los obstáculos existentes para los proveedores de servicios e inversionistas de la Unión Europea podrían resultar interesantes oportunidades de negocio. Por ejemplo: el 24% de las exportaciones de la Unión Europea al Mercosur son servicios y solo Brasil es el séptimo mercado más grande del mercado mundial para servicios europeos.
Acceso en iguales condiciones a concursos/licitaciones públicas de los países del Mercosur como empresas locales – Los licitadores y las empresas locales del Mercosur reciben un trato más favorable que las empresas europeas. Los planes públicos para el desarrollo de la infraestructura del Mercosur indican un gran potencial en las licitaciones públicas/concursos públicos.
En resumen, se puede decir que, que a pesar de algunas desventajas, VSV EuroGlobal ve importantes ventajas en este acuerdo de libre comercio con Mercosur y que ambas partes podrían beneficiarse de un tratado equilibrado. No obstante, ya se han realizado 28 rondas de negociación, la última en Bruselas este mes de julio (2017), las dos partes todavía requieren más tiempo para eliminar las divergencias. Las próximas rondas tendrán lugar en Bruselas en septiembre y Brasilia en octubre.
Esperemos que haya mucha suerte y cierren en positivo.
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