David Benhamú Jiménez, PhD. Nuestro director en Israel con 15 años de experiencia en el mercado trabajando en ICEX Israel, habla en primera persona sobre el mercado.
La expresión «me suena a chino» en español es cada vez menos popular de manera espontánea, y forma parte de una evolución natural del lenguaje, pero sobre todo de las personas, no solo de lo políticamente correcto si no igualmente de la aceptación de la racialización y aceptación de lo desconocido. De cualquier modo, lo más decisivo ha sido el conocimiento de China a través de la gran cantidad de comercios en las ciudades de nuestra geografía, así como, porque la mayoría de los productos manufacturados que empleamos proceden de este país y los empresari@s están en contacto habitual, es decir, han superado la fase de lo desconocido.
Israel es el país extracomunitario con mayor número de acuerdos comerciales con la U.E., lo que significa, entre otros, que las exportaciones están en su mayoría exentas de aranceles, impuestos de compra e IVA. ¿Qué hay mejor que eso?
Se trata de un país pequeño en cuanto a territorio, pero densamente poblado y que cada vez se parece más al modelo japonés o singapurense. La situación económica es muy buena, su moneda el shekel (ILS/NIS) es fuerte, lo que le permite, además, que se importe a menor coste. El sector servicios es el más extenso en Israel, al contrario del primario y del secundario. Resumiendo lo anterior, en Israel se importa casi todo lo que se consume, por lo que el potencial de negocio es enorme.
La mayoría de la legislación es clara y se encuentra publicada en internet, aunque en hebreo, ya que el importador debe contar con la nacionalidad israelí para poder realizar el registro de los productos frente a las autoridades locales, y ser el responsable de dicho producto en el país. Los requisitos no difieren de las transacciones comerciales en otros países y el nivel de digitalización en las exportaciones es incomparable al de otros mercados. Del mismo modo, y aunque hay que tomar las precauciones habituales en comercio internacional tales como, aval bancario, carta de pago, seguros, el empresario israelí es normalmente muy de fiar, conoce bien su trabajo, y en general es competitivo, ya que conoce al dedillo la oferta internacional y a sus competidores. Esta sería una de las primeras barreras comerciales, el hecho de que el empresario israelí de prácticamente cualquier sector sabe idiomas, viaja a ferias en Europa, Sudamérica y EE.UU. y en los últimos tiempos, Emiratos, Qatar, Marruecos, … incluso los Territorios Palestinos con los que se mantienen disputas políticas, pero que son el principal aliado en comercial de Israel en términos relativos. Por ello, el bien y/o el servicio que le ofrezcamos a los israelíes debe tener buena relación-calidad precio y contar con un valor añadido para evitar que acudan a otros competidores.
Hay particularidades específicas del país como los requerimientos de estándar (SII), los de etiquetado, la forma de presentar una licitación, requisitos fitosanitarios, conveniencia del certificado kosher en el sector alimentario, etc., pero una vez que se cuenta con la información y el apoyo adecuado, todo suele ir sobre ruedas.
¿Cuál es la actividad que quieres realizar en Israel? ¿Importación temporal mediante cuadernos ATA? ¿Asistencia con el hebreo, el inglés y/o el árabe? ¿Apoyo en tus visitas? ¿Contactos comerciales? ¿Qué averigüemos la veracidad judicial y comercial de tu socio israelí? ¿Asistencia en la elaboración del contrato de colaboración en exclusividad o no? ¿Vas a presentar una licitación?
Estamos a vuestra disposición para una primera/reunión virtual de toma de contacto inicial sin coste.
Si estás interesado en llevar a cabo una actividad en este mercado en febrero de 2023 o posteriormente, no esperes, ahora es el momento de solicitar tu reunión dirigiéndote a:
david.benhamu@vsveuroglobal.com con copia a info@vsveuroglobal.com
Te respondemos en menos de 24 horas.
Un saludo,
David Benhamú Jiménez, PhD
